LEONARDO REALE REGRESA A MIAMI PARA ESTRENAR ‘TANGO CRISTAL’, UNA OBRA CON MÚSICA DE MARIANO MORES

El bailarín y coreógrafo argentino Leonardo Reale, ensayando “Tango Cristal” con Jessica Arechavaleta, su nueva obra para Dimensions Dance Theatre of Miami. Fotografía: Yanis Eric Pikieris (cortesía)

Imagínese que usted es un bailarín de fama en la plenitud de su carrera que, aún así, se ha preparado con esmero para ofrecer su mejor actuación en el ansiado regreso a una ciudad que recuerda con cariño.  Una vez allí, y en medio de su actuación, junto a una Primera Bailarina que admira, la grabación de la música que los debe acompañar, comienza a fallar.

Esta situación de pesadilla no es el argumento de un melodrama televisivo, sino un suceso de la vida real de Leonardo Reale (Buenos Aires, 1975), bailarín, maestro, director de compañía y coreógrafo, de visita en Miami (otra ciudad a la que le tiene cariño, nos dice) para montar una nueva obra con Dimensions Dance Theatre of Miami (DDTM), la compañía que fundaron y dirigen Jennifer Kronenberg y Carlos Guerra (“ambos me abrieron en 2019 las puertas de Miami, dándome a conocer como coreógrafo y director de ‘Dance for Peace”).

Junto a Carlos Guerra en “Dance for Peace” (Miami, 2019), gala a beneficio de UNICEF, que tuvo lugar en el Miami-Dade County Auditorium. Fotografía: Simon Soong (cortesía de Dimensions Dance Theatre of Miami)

En la historia al inicio de este artículo, la ciudad es La Habana, durante el Festival Internacional de Ballet de La Habana. El año es 2004.  La obra es el pas de deux “El Corsario” y la Primera Bailarina es Alihaydée Carreño.

Curiosamente, esa noche en el Gran Teatro de la Habana, acabaría siendo uno de los tres grandes momentos en la carrera de Leonardo, según sus propias palabras. Los otros dos, rememora, fueron “haber sido elegido para hacer de Lankedem en “El Corsario” del Ballet Kirov, cuando visitó la Argentina en 1999”, y “haber interpretado el rol de Frodo, el sacerdote, en el ballet ‘Notre Dame de París’ de Roland Petit”.

Contactamos a Alihaydée, una Giselle inolvidable tres años después en el Jackie Gleason de Miami Beach (hoy, The Fillmore Miami Beach) con el Cuban Classical Ballet de Miami, para conocer su punto de vista.  “Recuerdo ese día cómo una de las funciones más emotivas e impactantes de mi carrera”, relata. “Uno, como bailarín, nunca espera que pase algo así, pero ese día demostramos el deseo tan grande de bailar que teníamos, con música o sin música. La emoción con la que el público nos acogió y apoyó, nos dio más fuerza aún”.

Alihaydée Carreño y Leonardo Reale. Fotografía: Archivo personal del artista (cortesía)

“Mi experiencia con Leonardo”, puntualiza, “fue maravillosa. Me encantó su energía, su fuerza  y la vibra con que baila y transmite. Es un gran artista”.

A los interesados, le recomendamos ver el video de esa actuación en YouTube, donde aparece como “Alihaydee Carreño – Corsario (Sin Música)” o leer la reseña de Lewis Segal en Los Angeles Times, donde narra, “con aspecto aliviado y liberado, Carreño hizo más fouettes de los que la música le habría permitido. Reale voló a través de todos los pasos de bravura inventados por Mikhail Baryshnikov en los años 1970 y por Irek Mukhamedov en los años 1980, y algo más”.

“Mi carrera está llena de esas decisiones importantes que se tienen que tomar en el momento”, reflexiona Leonardo. “Y creo que esa es mi fortaleza. El poder hacer de un momento desastroso, un buen momento. En el tiempo, me veo con 48 años enseñando a un chico joven y puedo decirle ‘lo que pasa en el escenario no te cambia la vida’. Lo que puedes hacer para estar listo ante cualquier percance en escena, es ensayar tanto que, si algo te falla, tienes todavía todo lo demás para poder superarlo”.

Definitivamente, una buena preparación es el secreto, la vida sigue su curso y la trayectoria de Leonardo, que se autodefine como un bailarín de carácter (“total”, es su expresión) es un buen ejemplo.

Leonardo Reale descubrió sus deseos de estudiar danza a los 9 años de edad, después de ver bailar a Jorge Donn en el cine. Fotografía: Javier Jurado (cortesía)

Leonardo descubrió sus deseos de estudiar danza a los 9 años, después de ver bailar a Jorge Donn en “Los Unos y los Otros”, la película de Claude Lelouch (“mi madre me llevó al cine porque tenía miedo de ir al dentista”) y a partir de ahí, su carrera ha sido un ejercicio constante de resiliencia.

El pequeño, aunque estaba lleno de entusiasmo, tuvo que abandonar sus primeras clases de ballet al ser víctima de bulling (“entonces no se le llamaba por ese nombre”) y regresó a los 13 años,  pero solo para que al final del primer curso sus maestros le dijeran que no podía continuar porque no tenía condiciones (“y los convencí para que me dieran otra oportunidad”).

A los 16 años, estando becado en Cuba (“yo siempre digo que tengo medio corazón en Cuba y medio corazón en la Argentina”), se fracturó las dos muñecas. “Tenía que estar 30 días con los yesos, pero a los 20 días me los arranqué”, confiesa, “para poder estar en una función de CUBALLET (un programa educacional organizado por Laura Alonso) en Matanzas”.

Un adolescente Leonardo Reale, ensayando el pas de deux “Aguas Primaverales” con Laura Alonso (La Habana, 1990) junto a Pamela Peluso. Fotografía: Archivo personal del artista (cortesía)

En 2007, estaba recibiendo tratamiento para mitigar el dolor, cuando lo invitan a participar en una gala de despedida de Julio Bocca, para hacer el bufón del “Lago de los Cisnes”. “Todos mis bufones hicieron historia en el Teatro Colón porque son personajes muy histriónicos y, como ves (mueve sus manos), yo sigo siendo muy histriónico. Eran papeles que disfrutaba mucho. Me hacían sentir como pez en el agua”.

“Así que me dije, ‘¿cambio toda la técnica que yo solía hacer para poder estar con Bocca o digo que no?’.  En ese momento, agarro y empiezo a memorizar todos los pasajes, a sacarles la técnica y buscar qué podía hacer histriónicamente que llamará la atención, al mismo nivel de un alarde técnico. El resultado fue uno de los momentos más hermosos que he vivido, y la crítica me acompañó, vitoreando mi bufón”.

Sello postal conmemorativo del Centenario del Teatro Colón con la imagen de Leonardo Reale en “Diana y Acteón”, utilizando una  foto tomada por Maximo Parpagnoli. Fotografía:  Archivo personal del artista (cortesía)

En 2009, una operación de espalda le hizo reducir sus presentaciones como bailarín (“sin abandonarlas del todo”) y prestarle más atención a otras actividades relacionadas con la danza a las que ya se había dedicado de manera paralela.

Leonardo fue director artístico y maestro del Ballet Metropolitano de Buenos Aires desde 2004 hasta el 2020 y ha acumulado 17 ediciones de su proyecto más ambicioso hasta hoy, en el buen sentido del término: la hermosa gala Danzar por la Paz, que recauda fondos a beneficio de UNICEF. En julio de 2023, estrenó el ballet infantil “La odisea de los animales”, basado en su libro homónimo.

En 2016, Leonardo Reale fue nombrado Personalidad Destacada en el ámbito de la Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotografía: Marcelo Magi (cortesía)

En 2008, el Correo Argentino ilustró un sello postal conmemorativo del Centenario del Teatro Colón con su imagen, y en 2016 fue nombrado Personalidad Destacada en el ámbito de la Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En Miami, Leonardo ha montado tres obras con DDTM (“Tangos del Plata” en 2018, “Insensatez” en 2019 y “Taurina” en 2021) y en estos momentos prepara la cuarta: “Tango Cristal”, inspirada por la vida y la música de Mariano Mores (1918 – 2016), uno de los más grandes compositores de tango, a estrenarse el sábado 11 de noviembre en el Moss Center.

En esta ocasión, le acompañan, Gabriel Mores (nieto de Mariano), como responsable de la dirección musical e interpretación, Constanza Torres, bailarina del Ballet Folklórico Nacional argentino, como asistente coreográfico y Elizabeth Guerrero, como entrenadora del estilo tango.

Póster promocional (cortesía de Dimensions Dance Theatre of Miami)

Con respecto a su estilo como coreógrafo, Leonardo reconoce que, en su manera de hacer, “el trabajo actoral es más importante que lo técnico coreográfico”. Pero no quiere despedirse sin dejar claro lo que eso significa, “antes de arrancar un trabajo yo siempre me pregunto: ¿Qué quiero decir? ¿Que quiero mostrar? Y en mi interacción con los bailarines les digo ‘yo estoy poniendo acá un développé (en ballet, un despliegue suave y progresivo de la pierna) porque estamos haciendo danza, pero lo importante es la acción y lo que queremos decir. Por eso, en estos momentos, cada vez pongo menos pasos en la coreografía”.

Pero no piense usted que poner menos pasos significa ausencia de atractivo, sino todo lo contrario.  En “Tango Cristal” cada movimiento promete ser una experiencia que, según Leonardo, “te hará sentir el deseo de participar en la historia y en el festejo de los bailarines”. Tratándose de una función de DDTM, es posible agregar, incluyendo la tentación de abandonar el asiento… y empezar a bailar.

QUÉ: Dimensions Dance Theatre of Miami presenta un programa con dos estrenos mundiales (“Tango Cristal“, de Leonardo Reale y “Voyager”, de Yanis Eric Pikieris) y la reposición de “Bolero” de Yanis Pikieris.

DÓNDE: The Moss Center (10950 SW 211 Street, Miami)

CUÁNDO: Sábado 11 de noviembre a las 8:00 p.m. De 6:30 p.m. a 7:30 p.m. está programado un encuentro (Dance Talk), gratuito y en español, con el equipo creativo de “Tango Cristal”.

PRECIO: $30 – $45 Las entradas pueden adquirirse en https://tickets-smdcac.miamidade.gov/TheatreManager/1/login?event=2225

INFORMACIÓN: https://www.mosscenter.org/mc/eventDetail.page?id=180

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