El andar por la vida de Matías Monte Huidobro

Matías Monte Huidobro, uno de los grandes dramaturgos cubanos de todos los tiempos. Fotografía: archivo del autor (cortesía)

Una de las ultimas actividades teatrales en Miami antes del aislamiento impuesto por la llegada del coronavirus fue la presentación, organizada por la Feria del Libro de Miami, del primer tomo del libro de memorias, “Mi vida detrás del telón”, del dramaturgo, escritor, profesor e investigador teatral cubano Matías Monte Huidobro (Sagua La Grande, 1931).

Huidobro pertenece por derecho propio, al grupo de los grandes dramaturgos cubanos de todos los tiempos, así como de los más importantes investigadores del quehacer teatral de su país natal y el libro presentado el miércoles 11 de marzo en los salones del Koubek Center del Miami Dade College, en la Pequeña Habana, forma parte de una triología sobre su andar por la vida y por el mundo del teatro

Su vasta obra dramática recoge textos como “Sobre las mismas rocas”, su primera obra a los diecinueve años, merecedora del Premio Prometeo de Obras de Teatro en 1951 y llevada a escena ese mismo año, “Los Acosados”, “Gas en los Poros”, “Los Amantes de Teruel”, “La Madre y la Guillotina”, “El tiro por la culata”, “La Botija”, “La Navaja de Olofé”, “Las Vacas” (Premio José Antonio Ramos, en 1960), “Exilio”, “Tirando las cartas”, “Fetos”, “La garganta del Diablo”, “La Soga”, “Lección de Historia”, “El verano está cerca”, “ Oscuro total” y “La Avellaneda una y otra vez”.

“Gas en los Poros” en puesta en escena de 2017, dirección de Eddy Díaz Souza. Fotografía: Artefactus Cultural Project (cortesía)

Hay que reconocer que su dramaturgia no será de manera alguna complaciente con el público. Sus obras son poseedoras de una atmósfera verdaderamente teatral, donde encontraremos diálogos carentes de adornos, directos, incisivos, enfocados en ofrecernos los recursos para el logro de esa teatralidad que más que en la acción radica en la palabra misma. En sus textos encontraremos comúnmente el sentido de la farsa, del absurdo, de lo grotesco, de lo existencial. Lo real y cotidiano en sus escritos está mezclado con un fino humor negro que puede llegar a tener un fuerte condimento del grotesco, pero en donde a la vez aparecen elementos de fuerte carga conceptual y expresionista.

Al igual que otros autores cubanos, en sus obras hay un hálito de alienación que persigue a sus personajes, que se mezcla con momentos de una carga realista, lo que convierte a sus personajes en la imagen y sombra de ellos mismos. Huidobro no escapa al tan llevado y traído concepto de la “metateatralidad” debido a la inclusión en sus textos de diferentes planos de acción simultánea que no nos permiten observar su desarrollo individual, pero que no obstante a ello nos muestra la escena con un doble y espectacular sentido del contenido o espacio, lo cual logra con gran habilidad y maestría.

Si su obra dramática es importante, también su investigación sobre el teatro cubano lo es para el buen conocimiento de la dramaturgia nacional, tanto de lo escrito dentro de Cuba como en el exilio. Textos como “Persona, vida y máscara en el teatro cubano”, de 1973; “El teatro cubano en el vórtice del compromiso”, del 2002 y los cuatro tomos de “Cuba detrás del telón”, escritos entre el 2008 y el 2010, dan muestra de la capacidad de estudio, análisis e investigación llevada a cabo por este autor.

Debido a los aspectos citados anteriormente es que la figura de Huidobro se inscribe, como ya apuntamos, dentro de la élite de los escritores dramáticos cubanos, sin dejar de ser una figura relevante como escritor de cuentos, novelas, poesías y artículos de investigación. Definitivamente, Huidobro es uno de los grandes intelectuales del exilio.

A través de este primer volumen de sus memorias, el escritor nos revelará su trayectoria, desde su nacimiento en el ya muy lejano 1931, en el pueblo de Sagua la Grande, su llegada a la Habana durante la adolescencia, su encuentro con quien sería su esposa y compañera por más de sesenta años, así como su partida hacia el exilio en los Estados Unidos.

En sus páginas disfrutaremos del humor con que narra pasajes de su infancia, su timidez, así como su visión y la importancia de su relación con cada uno de los integrantes de su familia y compañeros de estudios. Interesante resulta su constante acotación sobre el entorno social en el que se desenvuelve su vida, apuntando las marcadas disparidades que rodean a la sociedad cubana de la época. A su mirada crítica y perspicaz no escapa detalle alguno.

Mientras hace desfilar estos primeros años de su vida, al unísono nos muestra su temprana inclinación hacia la literatura aun siendo un adolescente, sus primeros triunfos y todo esto mezclándolo con su propia producción literaria, a la cual hace alusión en todo momento a través de las páginas de este volumen, como si ambas, vida y obra, estuvieran indisolublemente ligadas, como si la segunda fuera producto de la primera.

Para la presentación de este valioso texto se contó con una figura de lujo, el escritor cubano Orlando Rossardi quien ofreció una panorámica, cargada también humor, no pudiendo ser de otra manera teniendo como destinatario a alguien que utiliza dicho género magistralmente, regalando anécdotas y pasajes de la vida del autor.

Durante la introducción al evento, las palabras del también escritor y promotor literario Sergio Andricain, reafirmaron la importancia de la publicación de “Mi vida detrás del telón”, no solo para aquellos conocedores de la vasta obra de Matías Monte Huidobro, sino para el teatro y la literatura cubana en general. Sin olvidar que compartió con los presentes otra buena noticia: el próximo lanzamiento del segundo tomo de estas necesarias memorias, mientras que el tercero y último se encuentra en proceso de edición.