Artículos En Español
El poder seductor de la ambigüedad de Agustín Fernández

Agustín Fernández, “Armadura” (1971). Óleo sobre lino, 43 x 43 pulgadas. Donado por Joe Novak, FIU 97.25.1 Fotografía: Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU (cortesía).
“The Alluring Power of Ambiguity” (en español, “El poder seductor de la ambigüedad”), hasta el 4 de febrero de 2026 en el Patricia & Phillip Frost Art Museum de la Florida International University (FIU), es la muestra más completa que se haya realizado hasta la fecha sobre la obra del pintor cubano Agustín Fernández (1928-2006). Un artista esencial para comprender la evolución de los lenguajes en la segunda hornada de la vanguardia artística cubana del siglo XX.
Para Elizabeth Thompson Goizueta, curadora de la muestra (en entrevista vía email) “Esta es una gran retrospectiva sobre la obra de Agustín Fernández que aporta muchísima información tanto al nivel profesional como personal que incluye sus memorias, jamás vistas en su estado original, fotos sobre su vida privada y artística”.

Agustín Fernández, “Escudo” (1964). Óleo sobre lino, 57 ¼ x 44 ¼ pulgadas. Cortesía de Elizabeth Levine, FIU 2003.54 Fotografía: Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU (cortesía).
La exposición contempla más de 65 obras de arte, con pinturas de gran formato, dibujos, collages y portafolios. Además de este cuerpo de obras, la muestra presenta una memoria personal inédita.
“The Alluring Power of Ambiguity”, retoma la exposición realizada en el Frost Art Museum, en 1992, titulada “Agustín Fernández: A Retrospective”, pero en la actual muestra, se han incorporado otras obras que no se han exhibido anteriormente provenientes, tanto de los fondos del Frost Art Museum como del Patrimonio de Agustín Fernández y, también, de colecciones privadas.

Agustín Fernández, “La Fleur Bleue” (1959). Óleo sobre lino, 40 x 35 pulgadas. Donado por Joe Novak, FIU 2005.008 Fotografía: Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU (cortesía).
Esta muestra retrospectiva, donde se abarcan más de cuatro décadas de trabajo, reviste una importancia fundamental para comprender la trayectoria de un artista que ha dejado una huella muy singular en la historia de las artes visuales cubanas, sobre todo, en la segunda mitad del siglo XX.
Fernández nace en una Cuba de finales de la década de 1920 que ha desarrollado un capitalismo pilotado por la locomotora de la industria azucarera, pero bajo la dictadura de Gerardo Machado (1899-1939) quién detenta el poder, desde 1925, hasta que fue “derrocado” por la Revolución de 1933.

Agustín Fernández, “The Warrior”, 1975, Óleo sobre lienzo, 98 x 68 ¼ pulgadas. Donado por Jose Martínez-Cañas, MET 77.10.2 Fotografía: Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU (cortesía).
La intelectualidad, el arte y la cultura cubana de entonces estaban enfrascadas en las búsquedas de sus señas de identidad nacional, donde el intervencionismo estadounidense, a través de La Enmienda Platt, incrustada en la Constitución cubana de 1901, había sido un revulsivo de autoafirmación nacional. De ahí que las artes visuales y la literatura de la primera vanguardia tendrán un enfoque incisivo en la representación de esa identidad cultural cubana, que se fragua entre lo hispano cubano y lo afrocubano.
Pensemos, por ejemplo, en las obras de Víctor Manuel, Carlos Enrique, Wifredo Lam o Eduardo Abela. La revista avance, (1927) encabezada entre otros por Alejo Carpentier, Jorge Mañach y Juan Marinello, será un portavoz de la renovación estética que rompía con los cánones tradicionales del arte académico.

Agustín Fernandez, “Sprout” (1966). Óleo sobre lienzo, 25 ¼ x 23 pulgadas, Donado por José Martínez Cañas, MET 77.10.4 Fotografía: Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU (cortesía).
La revista avance tendrá una continuidad de este proyecto de reafirmación de la identidad cultural, en la revista Orígenes, lanzada por José Lezama Lima y José Rodríguez Feo en 1944. Pero este proyecto, responde a otras circunstancias donde Cuba ya goza de estabilidad democrática al amparo de, por una parte, la Constitución de 1940 que deroga la Enmienda Platt y, por la otra, el crecimiento económico impulsado por las demandas de materias primas provocadas por la II Guerra Mundial (1939-1945).
Es en ese contexto sociocultural donde se manifiesta una nueva subjetividad artística. Es el contexto de la segunda vanguardia cubana en las décadas de 1940 y 1950, dentro de la cual se inscribe la emergencia de la abstracción y el arte informalista en las artes visuales cubanas.

Agustín Fernández, “Objeto Hendido” (1961). Óleo sobre lienzo, 32 ¾ x 23 ¼ pulgadas, Donado por José Martínez Cañas, MET 77.10.5 Fotografía: Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU (cortesía).
En “The Alluring Power of Ambiguity”, según Thompson Goizueta, se cubren “todas las épocas artísticas y geográficas de manera cronológica para demostrar no sólo la evolución de Fernández como persona, sino como artista. Se verá claramente esa evolución en la exposición, terminando por su última fase que es la suma total del entrenamiento, vivencia y reflexiones de un artista maduro y enigmático”.
Fernández, es una figura clave para comprender la sensibilidad de esta nueva etapa que abre un debate más amplio en la construcción del proyecto de modernidad sociocultural cubano. Su obra arranca permeada por influencias de la primera vanguardia anclada, fundamentalmente, en la figuración realista.

Agustín Fernández, “The Blue Still Life” (1956). Óleo sobre lienzo, 50 x 33 ½ inches, Gift of Jose Martínez-Cañas, MET 77.10.6 Fotografía: Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU (cortesía).
Sin embargo, pronto se abre a horizontes estéticos del surrealismo y la abstracción, con un lenguaje pictórico en clave más simbólica. Pero este giro surrealista simbólico no está anclado a una narrativa reivindicadora de la identidad sociocultural cubana. Su pintura avanza más bien hacia la inmersión en la subjetividad de un ser trascendente, a una experimentación metafísica del ser que busca su expresión en el lenguaje, distanciado del discurso estético de lo nacional identitario.
En “The Blue Still Life” y “Naturaleza muerta y follaje”, ambas de 1956, o en “La Fleur Bleue” (1959), por ejemplo, su poética revela una hibridación de lenguajes con ecos tanto del futurismo (Humberto Boccioni), como del surrealismo tardío con ese intento parabólico de figurar y objetualizar los sueños y las obsesiones existenciales. Pero donde también se perciben aires de un arte informalista más escorado hacia la abstracción.
Es una mirada de sensibilidad introspectiva que objetiviza las cosas, que las descompone en diferentes planos. Construcciones cuya “realidad”, una realidad brumosa de tintes oníricos parece estar en un tránsito permanente.

Agustín Fernández, “Cousures” (1962).Óleo sobre lienzo, 51 ½ x 46 ½ pulgadas. Donado por Jose Martínez Cañas, MET 77.10.7 Fotografía: Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU (cortesía).
Cuando las miramos, tan pronto sentimos estar emergiendo como tan pronto experimentamos estar sumergiéndonos en ese mundo objetual refractario. Un mundo que desprende misterio, creando entresijos y oquedades convulsas sobre los volúmenes de una pintura con escala de colores monocromática, emulsiva y temblorosa como sucede en, “Cursos” (1962), o “Brotar” (1966), entre otras.
Pero la aprensión por la naturaleza de la relación sujeto-objeto, es llevada a un nivel más alto en las obras de la década de 1970. Algo apreciable en pinturas como “The Warrior” (1975) y “Armadura” (1971). Aquí hay una cosificación de la imagen pictórica. Lo tembloroso, la “carnalidad”, el pelaje de la pintura, respecto a las obras de la década anterior, se endurece y compacta, dando paso a una imagen más árida y desapacible. Son pinturas que piden ser objetos escultóricos por la intensidad, el dramatismo psicológico abstracto figurativo de apariencia tridimensional. Es una pintura que explota recursos expresivos de la neo figuración, de la abstracción pero que también híbrida elementos de la pintura conceptualista y del arte minimalista.

Agustín Fernández, “Naturaleza Muerta y Follaje” (1956). Óleo sobre lienzo, 51 x 35 pulgadas, Gift of José Martínez Cañas, MET 77.10.8 Fotografía: Patricia & Phillip Frost Art Museum FIU (cortesía).
En este sentido de sensibilización del objeto, como expansión y límite que alberga el desamparo del ser, la trayectoria de Agustín Fernández puede ser considerada como precursora de artistas como Félix Gonzales Torres y Carlos Alfonso. Dos artistas renovadores del panorama de las artes visuales cubanas de finales del siglo XX y principios del XXI.
QUÉ: “Agustín Fernández: The Alluring Power of Ambiguity”.
DÓNDE: Patricia & Phillip Frost Art Museum de FIU (10975 SW 17th St, Miami, FL 33199)
CUÁNDO: del 15 de febrero de 2025 al 4 de febrero de 2026. Martes a domingo, de 11:00 a 17:00 horas. Cerrado los lunes y la mayoría de los días festivos universitarios y legales.
PRECIO: Gratis
PARA MÁS INFORMACIÓN: llame al (305) 348-2890
ArtburstMiami.com es una fuente mediática sin fines de lucro dedicada a las artes que presenta historias frescas y originales de escritores especializados en teatro, danza, artes visuales, cine, música y más. No te pierdas ninguna historia visitando www.artburstmiami.com