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Gonzalo García, de inmigrante adolescente a director artístico de Miami City Ballet

Gonzalo García es el nuevo director artístico de Miami City Ballet. Fotografía: Rodrigo Díaz Wichmann (cortesía de Miami City Ballet).
Para Gonzalo García (España, 1979), un zaragozano estrella de ballet en Norteamérica que obtuvo Medalla de Oro en el Prix de Lausanne a los 15 años y logró consolidar una carrera como bailarín profesional en el San Francisco Ballet de 1998 a 2007 e inmediatamente después en el New York City Ballet, llegar a la dirección artística de Miami City Ballet (MCB) era solo cuestión de tiempo.
“En mi viaje por el sueño americano, me siento predestinado para acabar en Miami”, nos dice en una video llamada desde su ciudad natal en el noroeste de la península ibérica, unos días antes de que se anuncie oficialmente su nombramiento. “Puedes decir también, como un inmigrante que llegó a este país a los 15 años”.
“Es una cosa rarísima”, afirma, “pero desde el momento en que me enteré de lo que buscaban y mientras leía la aplicación, yo decía, ‘Guau, es que ese soy yo’. O sea, soy yo en muchos sentidos. Y no digo que vaya a ser fácil, pero sí que tengo por lo menos la ilusión y las ganas de que este contrato sea real y sea fuerte”.
Su contrato con MCB es por 5 años. “Ya no firman 15 años”, comenta el flamante director artístico. De todas formas, el contrato al que Gonzalo hacía referencia antes no es el que acaba de hacer con la compañía, sino al que todos establecemos con un objetivo en la vida, como sostiene Caroline Myss en su libro “El Contrato Sagrado”.
Conversar con Gonzalo es una experiencia inédita y familiar al mismo tiempo. Empiezas abordando temas relacionados con la danza y acabas compartiendo anécdotas personales, como si se tratara del reencuentro de dos viejos amigos, aunque el que escribe haya publicado su primera reseña de ballet cuando el entrevistado era apenas un recién nacido, algo que nos hace compartir un gesto de complicidad y una sonrisa afectuosa.
Es ese tipo de encuentro digital donde al cerrar WhatsApp, tienes la certeza de que el carisma y la actitud empática del entrevistado le permitirán establecer con facilidad una conexión genuina con aquellos que todavía no lo conocen en Miami.
“He estado bastantes veces en Miami porque… bueno, a ver… bastantes no, ¡muchísimas!”, exclama. “A la compañía la conozco porque la he visto bailar en Nueva York varias veces y he seguido su trayectoria. MCB tiene un nivel de danza muy alto y siempre me ha parecido un grupo con mucha personalidad”.

Gonzalo García, en el papel del Apolo de George Balanchine, como bailarín principal del New York City Ballet. Fotografía: Paul Konik (cortesía de Miami City Ballet).
Gonzalo se siente conectado a la compañía también por razones mucho más personales, como su matrimonio en 2020 con Erza Hurwitz. Erza fue bailarín profesional con MCB entre 2006 y 2013 y ahora es un galardonado director de cine.
“De alguna manera, Erza siempre ha estado rodeado de esa historia, porque cuando perteneces a una compañía durante 8 años o 10 años o haces tu carrera en ella, eso es algo que simboliza gran parte de tu vida. Aunque dejes de bailar, sigue siendo parte de tu vida. Y yo he acabado teniendo un conocimiento de la historia de la compañía mucho más íntima”.
Sin olvidar su relación amistosa con muchos ex integrantes de MCB [menciona a todos y cada uno de ellos] y su actividad profesional con los dos directores anteriores, Edward Villella y Lourdes López.
Con Villella trabajó en varias ocasiones. “La última fue cuando me preparó para bailar “El hijo pródigo” en mi retirada del New York City Ballet”, puntualiza. Gonzalo dejó de actuar como bailarín principal en febrero de 2022 pero permaneció en la compañía como director de repertorio hasta hace apenas unos días.
Su primer encuentro con Lourdes fue “cuando en 2004 me invitaron a bailar ‘Ballo della Regina’ de Balanchine en New York, y ella vino al backstage con Christopher Wheeldon, que me la presentó. Durante los años hemos tenido muchos contactos en diferentes situaciones”.
“Yo quiero celebrar a los dos directores anteriores en mi camino con la compañía”, proclama. “No quiero que sea como cuando un director se marcha y se hace borrón y cuenta nueva. Villella, como fundador y después Lourdes, hicieron mucho por MCB. Yo no quiero borrar todo eso, sino utilizarlo y poder añadir otras cosas”.
Hace una breve pausa y agrega, “me estoy muriendo de ganas de llamar a Lourdes. Lo que pasa es que no he podido hacerlo porque primero tiene que salir la noticia del nombramiento. Pero quiero darle las gracias por el buen nivel en que deja la compañía, darle su enhorabuena por sus 13 años al frente de esta, y pedirle sugerencias. Cualquier consejo que me pueda dar en estos momentos va a ser súper importante para mí”.

“Quiero descubrir qué es lo que quieren ver en Miami y yo estaré buscando cómo atraer más gente a nuestras funciones”, afirma Gonzalo García, el nuevo director artístico de Miami City Ballet. Fotografía: Rodrigo Díaz Wichmann (cortesía de Miami City Ballet).
Con respecto a la disminución de público en las funciones de danza y teatro después de la pandemia, un problema existente a nivel mundial, Gonzalo manifiesta, “quiero descubrir qué es lo que quieren ver en Miami y yo estaré buscando cómo atraer más gente a nuestras funciones, no solo más gente latina, sino más gente de diferentes culturas en general”.
Al hablar de la escuela asociada a MCB, Gonzalo rememora que “una de las grandes razones por la que yo he tenido una carrera es porque yo tuve una beca que me llevó a una escuela, que me llevó a una compañía, que me llevó a un repertorio, que me llevó a un sueño más grande y que me sigue llevando… no podemos olvidar que la escuela es el futuro”.
“Una de las cosas que más me ilusiona de ser director de la compañía”, añade, “es poder formar parte del futuro de la escuela. Gracias a Dios, ya tengo una buena relación con Arantxa Ochoa, que lleva 8 años allí, que también es española y con la que comparto muchos valores relacionados con la enseñanza. Eso va a permitir que las dos entidades sigan complementándose. Eso también es muy importante para el futuro de la compañía”.
Por último, le preguntamos cuándo piensa venir a Miami y su respuesta viene acompañada por el anuncio de una hermosa iniciativa personal que lo retrata como ser humano.
“A Miami me voy a demorar un poquito en llegar. De España, voy a regresar brevemente a New York y de ahí me voy a California para ver el debut de “El Lago de los Cisnes” de Miami City Ballet en Costa Mesa”, responde con entusiasmo.
“Conozco de ‘El Lago’ porque yo he trabajado mucho con Alexei [Ratmansky], como bailarín y también como su asistente. Ahora mismo, hicimos juntos ‘Paquita’ y le pregunté, ‘Oye, ¿vas a ir a Orange County? Yo quiero ver tu ‘Lago’, porque he oído muy buenos comentarios’. Y me dijo, ‘Sí, creo que voy a ir, pero todavía no estoy seguro’. Yo ya había aplicado para la posición con MCB y pensé, me salga la posición o no me salga, creo que voy a ir a ver la compañía”.
Por esa razón, Gonzalo estará el viernes 20 de junio en el Segerstrom Center for the Arts de Costa Mesa. Ahora, además, para ser presentado oficialmente a los bailarines y al equipo. “De esa forma, ya nos habremos conocido antes de que todos ellos se vayan de vacaciones”, expresa desbordando anticipación.
No debe ser algo frecuente que una compañía sin director artístico esté de gira y en la gira reciba la visita de la persona recién designada para ocupar esa posición. Definitivamente, el regreso a casa liberados de esa incógnita es el primer regalo de Gonzalo García para los miembros de MCB y una acción que, agradecidos, no olvidarán con facilidad.
Y para los miamenses amantes del buen ballet, es un pronóstico de cielo despejado para la próxima temporada de danza.
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