‘Cendrillon’, de Massenet culmina con éxito el Miami Music Festival 2021

Sky Johnson y Chris Fistonich en el conmovedor dúo de la Cenicienta con su padre. Fotografía: Mitchel Zachs (cortesía del MMF)

Con una deliciosa reposición de la ópera “Cendrillon” (Cenicienta), de Massenet, culminó con un éxito indiscutible el Miami Music Festival (MMF)/Miami Beach Classical Music Festival que dirige Michael Rossi, su creador, en la tarde del domingo 18 de julio.

En su nueva “venue” del teatro Faena Forum de la cadena hotelera del mismo nombre en Miami Beach, este Festival sigue conservando su calidad y éxito con el público a pesar de las circunstancias adversas impuestas por la pandemia del Covid-19. Pero ni el miedo al contagio ni el infernal tránsito de la zona, ni la dificultad para encontrar donde parquear, ni el insoportable calor impidieron que un público entusiasta llenara el lugar; y es que la oferta era muy tentadora. Aunque se trata de un festival básicamente apoyado por artistas principiantes y jóvenes estudiantes, su ingente y mantenida calidad le ha ganado una reputación y una asiduidad de público siempre en aumento.

Este nuevo local goza de una acústica excelente que permitía disfrutar de los menores detalles hasta en las últimas filas de asientos. Después de tantos meses de ayuno en cuanto a música y canto en vivo, el disfrute de esta obra cargada de bellezas se elevó exponencialmente.

El joven maestro Aaron Breid supo destacar las sutilezas de la partitura. Fotografía: Mitchel Zachs (cortesía del MMF)

El elenco que tuvo a su cargo la representación del domingo no defraudó a nadie, sino que más bien sobrecumplió las expectativas de un público que al final ovacionó de pie, no solo a los cantantes, sino a la estupenda orquesta, bajo la dirección del joven maestro Aaron Breid.

Breid, a pesar de sus cortos años ya goza de una bien ganada reputación en el podio, especialmente como director musical de óperas. Su repertorio va de Mozart a Alban Berg, y ha cosechado aplausos al frente de orquestas prestigiosas como las de la Washington National Opera, North Carolina Opera, Minnesota Opera, Sarasota Opera y muchas más. El Minnesota Star Tribune lo clasificó como “la encarnación de la claridad clásica”. Esta dedicación especial del maestro Breid a la claridad, permitió al público apreciar las exquisiteces cromáticas y los juegos melódicos de una partitura que transita todo el tiempo entre lo jocoso y lo dramático, lo convencional y lo osado.

“Cendrillon” es una obra ideal para destacar la labor de músicos y cantantes recién iniciados en su arte, pues no solo ofrece solos exquisitos para distintos instrumentos en la orquesta y partes solistas muy notables en los personajes, sino dúos tríos, concertantes y estupendos coros de sirvientes, cortesanos y hadas.

Sky Johnson y Rachel Moon como la Cenicienta y el Príncipe. Fotografía: Mitchel Zachs (cortesía del MMF)

Skye Johnson, con su voz de amplios registros, se lució en el rol titular tanto en solitario como en los emotivos dúos con Pandolfo (el padre), a cargo de Chris Fistonich y con el príncipe, encarnado por la mezzo Rachel Moon. Digna de destacar la labor de Annika Bell, quien como Madame de la Haltiere (la madrastra) arrancó muchas risas y grandes aplausos del público en el saludo final. La vis cómica de esta cantante es un filón a explotar.

Zoe Spangler, un hada de hermosa voz, rodeada del coro de talentosas haditas. Fotografía: Mitchel Zachs (cortesía del MMF)

Zoe Spangler como el hada tuvo sus momentos de brillo tanto en sus arias como acompañada por el coro. Este es un papel que permite libertades ornamentales a la cantante, pero Spangler se mantuvo en un justo medio sin grandes alardes ni deficiencias.

Especial mención para el simplemente genial y multitask Fistonich (el padre) que como única voz masculina (barítono) en los roles principales, tuvo a su cargo el efecto del balance. Hermosísimo su dúo con Johnson, pero no menos efectivo y convincente en su aria de salida. Fistonich no sólo es un excelente cantante/actor, sino que también se destaca como compositor, es inmunólogo, investigador de seguridad cibernética y político, postulado como asambleísta por el distrito 16 de Nueva Jersey.

Noemie y Dorothée (las hermanastras) estuvieron a cargo de Laura Forero y Julia Holoman. Divertidas y adecuadas en sus papeles breves, pero que les permitieron lucirse en su momento.

Annika Bell estuvo estupenda como la madrastra. Fotografía: Mitchel Zachs (cortesía del MMF)

Un aplauso especial para los coros, especialmente el de los sirvientes con el que arranca estupendamente la obra. También muy bien los de las hadas donde hay voces muy jóvenes que prometen mucho. La obra fluyó tersamente desde el inicio gracias a una efectiva dirección escénica del talentoso David Carl Toulson, director escénico en residencia del MMF y del que hemos disfrutado en Miami extraordinarias puestas como las de “The Crucible” y “The Cunning Little Vixen” entre otras.

Sin duda un cierre espectacular para un festival que, en estos tiempos duros de conflictos políticos, pandemias y extremas temperaturas, resultó una refrescante delicia que reafirma la importancia de las artes para el espíritu y para la armoniosa evolución de la sociedad.

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