ORLANDO ALONSO, REGRESO A BACH

Orlando Alonso, combinación de exuberante artista caribeño con riguroso académico norteamericano. Fotografía: Chris Hedrick (cortesía)

En tiempos tempestuosos como los que vivimos se impone regresar a las fuentes, léase Bach, no en vano significa arroyo en alemán. Arroyo, agua que hoy como ayer, purifica. El encargado de ese manantial será el cubano-americano Orlando Alonso abordando los 24 preludios y fugas, el primer libro de “El clave bien templado”.

Conversar con este multifacético pianista residente en Manhattan, lo revela dinámico, ocurrente, ilustrado, inquieto y obviamente talentoso, combinación de exuberante artista caribeño con riguroso académico norteamericano. El resultado de esta bienvenida alquimia podrá apreciarse el próximo jueves 24 de marzo en el Trust Pavillion del New World Center, Miami Beach.

¿Por qué precisamente éste Bach?

“Porque los toco desde los doce años; de hecho, fueron mi entrada para el Conservatorio de La Habana, pero nunca los interpreté completos. Fue, literalmente, “por obra y gracia” de la pandemia, si cabe la expresión, ya que todo se canceló. Se impuso un regreso al origen, a redescubrir y revalorizar en silencio… y entonces, ¿qué mejor compañía que Johann Sebastian Bach?. Además, este año se cumplen trescientos de su composición, la ocasión ideal para celebrarlos”.

¿Cómo enfrentas esta colección para el estudio como obra de concierto?

“Plantea un reto para mí y para la audiencia. Propone entrar a un mundo único, como una maratón que necesita toda la atención de ambos lados. Su grandeza, suerte de Biblia para los compositores que siguieron, reside en condensar el contenido emocional y espiritual de Occidente. No sólo la gama íntegra de emociones que despierta la música, sino cómo componer y cómo tocar. Bach decía que la elegía si una sola debiera sucederlo”.

¿Influencias para abordarla?

“Curiosamente al estudiarla, diría al revisitarla, prefiero acudir al canto en Bach dirigido por Nikolaus Harnoncourt porque más que el elemento pianístico prima el vocal. Es fundamental. Prefiero no suscribirme a lo puramente pianístico. No me refiero a la voz desde el enfoque romántico, sino a la conexión del sonido y del fraseo. Austero y riguroso como las cantatas, hacia el amor espiritual, hacia la elevación. Me recuerda a Kierkegaard afirmando que el amor carnal no era completo ni tan profundo como creían los poetas. Eso es Bach en la música, la interacción del hombre con el ideal absoluto”.

¿Qué aporta en nuestro presente?

“Música que nos enseña a sentir profundo, a sobrellevar la existencia. No concibo mi vida sin ella en mi rutina diaria, es la herramienta para sanar la locura que se vive, un canto de esperanza. Otra vez Kierkegaard, Bach ejemplifica los tres elementos esenciales a la vida humana según el filósofo: estética, ética y espiritualidad”.

¿Qué significa este concierto en la NWS?

“Es el mejor ámbito musical de Miami, una sala íntima, ideal para los preludios. Es muy especial porque luego de esta primera presentación lo haré en Boston, Nueva York y Alemania, así que conlleva toda la adrenalina del debut.

¿Quedó atrás tu colaboración con Orlay con quien integras el dúo The Alonso Brothers?

En absoluto, tenemos un concierto en el Arsht Center el próximo abril: el Piano Slam del Dranoff,

¿Habrá un Orlando Alonso tocando el libro segundo de “Preludios y Fugas”?

Claro que sí pero mejor esperemos al centenario que será en… ¡2045!

Para más información visite: www.nws.edu

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