Nicolás Dorr… presente y vigente en el siglo XXI   

Nicolás Dorr. Fotografía: Heriberto González (cortesía)

El reciente reestreno de la pieza teatral “Las Pericas” de Nicolás Dorr en la Sala Havanafama de Miami, demuestra la vigencia de la prosa de este destacado dramaturgo y novelista cubano.

La primera función de esta obra tuvo lugar el 3 de abril de 1961, hace 60 años, en el Teatro Arlequín de La Habana y fue una noche crucial en la vida de Dorr, ya que lo estableció como el dramaturgo más joven en la historia del teatro cubano, con sólo 14 años de edad, y a “Las Pericas” como la obra más trascendental de su legado.

Su vida artística comenzó como actor a los diez años de edad, en 1957, realizando actuaciones infantiles en varias obras, pero fue con el estreno de su primera obra en el teatro -y meses después en la televisión, en el programa “Escenario 4”- que Dorr llamó la atención de los intelectuales en Cuba.

Los críticos Matías Montes Huidobro y Rine Leal plasmaron en sus crónicas los inicios de este joven autor y además, abordaron algunos de los rasgos de su personalidad.

Montes Huidobro lo definió en una de sus publicaciones de “Lunes de Revolución” como “un adolescente tímido y delgaducho, de aspecto retraído, casi un niño realmente, indeciso, que intuía claramente en el berenjenal escénico en que se había metido” y fue más incisivo al calificarlo como “un muchachito medio loco y algo esquizofrénico”.

Sin embargo, Montes Huidobro terminó diciendo: “Nos sedujo a todos o nos dio vueltas a todos, incluyendo a Piñera, muy difícil de dejarse seducir por razones intelectuales, pero lo cierto es que con ‘Las Pericas’ Dorr daba en el blanco y creaba un clásico del teatro cubano”.

Por su parte, el decano de los críticos teatrales de Cuba, Rine Leal escribió: “La gente inteligente se pone de acuerdo en un punto: ha nacido un nuevo autor que no se parece a ningún otro en Cuba”.

Los textos de Nicolás Dorr ofrecen rasgos distintivos que denotan una personalidad única para el teatro y el manejo del humor negro, el teatro del absurdo, el surrealismo y la farsa.

Todos sabemos que la historia de Dorr como autor no terminó con “Las Pericas”, y tuvo una prolífera carrera como dramaturgo a la que se sumaron 27 obras teatrales más, entre farsas, comedias y dramas, las cuales fueron escritas, publicadas, montadas y en su mayoría estrenadas, entre 1961 a 2017, tanto en Cuba como en 13 países: Estados Unidos, seis de América Latina y seis de Europa.

VIDEO: Entrevista a Nicolás Dorr en el programa “De Tarde en Casa” de la televisión cubana.

De su repertorio teatral destacan “La chacota” (1974), “Confesión en el barrio chino” (1983), “Confrontación” (1992), “Nicolás Dorr y otros personajes, un guaguancó dramático” (1996-2000) y su obra póstuma, “Del otro lado del río” (2017).

Graduado de Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas de la Universidad de La Habana, Dorr ejerció por más de 40 años la docencia en Cuba, en varias instituciones de Estados Unidos y otras más de América Latina a donde fue invitado.

Fue director general y artístico de grupos dramáticos, tales como “Teatro Popular Latinoamericano” y el Grupo “Rita Montaner”, así como de los teatros “Martí” y “El Sótano”. También publicó ensayos y artículos sobre dramaturgia, tanto teatral como cinematográfica, en diferentes revistas y recibió múltiples reconocimientos entre ellos la Medalla Alejo Carpentier 2002, el Premio Nacional de Teatro 2013 y Premio UNEAC de Novela “Cirilo Villaverde” 2017.

En 2016, cuando Dorr festejó 55 años de creación teatral, expresó conmovido: “Me siento orgulloso de ello y que mis obras continúen presentes y vigentes en el siglo XXI”. El 18 de diciembre de 2018, falleció en La Habana, ciudad donde sus obras fueron representadas una y otra vez.

Su deseo fue “ser recordado como el portavoz de los problemas y las situaciones del hombre en su constante búsqueda de la felicidad y la gran alegría de vivir” y así permanece en la memoria de los amantes del buen teatro.

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