Leer el libro y ver la miniserie… dos cosas que podemos hacer en casa

¿Quiere escapar un poco del confinamiento a que nos obliga la pandemia del coronavirus? Aproveche ese tiempo para leer o ver en la televisión todo aquello que dejamos “para cuando tuviéramos más tiempo”.

Los expertos recomiendan yoga y ejercicios para relajarnos, lectura o lo mejor que podamos encontrar en la televisión, después de haber escuchado, solo por un rato, las noticias que nos mantienen informados. Por suerte, Netflix pone en nuestras manos la posibilidad de ver, en series televisivas y a veces en películas, grandes obras de la literatura universal.

El reconocido autor español Ildefonso Falcones (Barcelona, 1958) visitó Miami hace unos años para presentar su novela “La mano de Fátima” (2009). Ya para entonces, conocíamos muy bien su best seller internacional “La Catedral del Mar” publicado en 2006. Durante una entrevista tuve la oportunidad de preguntarle si tenía alguna propuesta para llevar alguna de sus obras a la pantalla. “Sí, las hay ─ me respondió ─. Pero no las negocio personalmente, las negocia la editorial (Vintage Español, una división de Random House Inc.). Algunas propuestas las desechan, pues no parecen suficientemente serias o atractivas”.

La serie basada en “La Catedral del Mar” fue llevada a cabo, poco después, por la televisión española, producida por Atresmedia, Televisió de Catalunya y Netflix – la plataforma de trasmisión de cine y televisión más grande del mundo – en colaboración con Diagonal TV. Está protagonizada por Aitor Luna, Michelle Jenner, Daniel Grao, Silvia Abascal, Ginés García Millán, Andrea Duro y Pablo Derqui, entre otros; y dirigida por Jordi Frades. Su estreno tuvo lugar el 23 de mayo de 2018, y su desenlace el 18 de julio de 2018.

Adaptar una obra tan reconocida y premiada como “La Catedral del Mar” era todo un reto. La exitosa miniserie – en solo ocho capítulos – puede verse en Netflix.

Y al terminar de verla le aseguro que se va a entusiasmar para la lectura del libro. Ya existen más de 22 ediciones en español, ha sido traducida al menos a 15 idiomas y existe una versión en cómics. Libro y cómic pueden descargarse en Amazon.

La novela se enmarca en la Barcelona del siglo XIV y abarca un período de 64 años.

La historia comienza cuando el siervo Bernat Estanyol celebra sus bodas con Francesca Esteve. Aparece entonces el señor feudal, Llorenç de Bellera, a reclamar su derecho de pernada, es decir, su derecho a yacer con la novia en la primera noche de bodas. Después de aquella terrible noche, la pareja jamás logra establecer una relación normal, pero tienen un hijo (que, sin lugar a dudas, es hijo de Bernat). El niño es bautizado bajo el nombre de Arnau, y este será el protagonista de la obra. Después de sufrir largo acoso por parte de Bellera, Bernat escapa con su bebé hacia la ciudad de Barcelona, pero no logra salvar a su esposa, que queda a merced de la soldadesca del señor feudal.

Y, casi a las puertas de la ciudad, Bernat le promete a su hijo: “Allí seremos libres”. En Barcelona, logra que su cuñado, Grau Puig, un artesano casado con su hermana Guiamona, le dé trabajo (casi en condiciones de esclavitud) para sobrevivir.

Arnau vivirá “en la casa grande” bajo los cuidados de su tía, que tiene cuatro hijos. Pero, durante una fiesta de Navidad, los tres niños más chicos, Margarida, Arnau y Guiamon, se escapan a ver la playa, a instancias de Margarida. Saltando de barco en barco, juegan los chicos hasta que son descubiertos y se ocultan en el agua helada. Para los mayores, las cosas no pasan de un gran resfriado, pero Guiamón, el más pequeño, muere.

Esta tragedia marca para siempre el destino de Arnau, quien es culpado de la infantil aventura y expulsado de la casa hacia el taller donde labora y duerme su padre. En sus andares por la ciudad, conoce Arnau al pequeño Joanet, que lo lleva hasta la Catedral del Mar, en construcción por aquella época y hoy el mayor exponente del gótico catalán.

Su padre le ha enseñado que a los niños que no tienen madre, “Dios les da otra: la Virgen María”. Y así junto a dos criaturas inocentes que, por diferentes razones, carecieron del amor de sus madres, conocemos la Catedral del Mar.

“Santa María del Mar – nos dice Falcones – se empezó a construir, pues, por y para el pueblo, de lo cual dio fe la primera piedra del edificio, que se colocó en el lugar exacto donde iría el altar mayor”.

Y así, piedra a piedra, se sentirá el lector atraído por los misterios de la construcción, por el arquitecto que la concibió, y por la fascinante historia de Arnau. Arnau sufre o se regocija ante nuestros ojos; triunfa en los negocios o queda reducido a las peores condiciones económicas, pero siempre es un personaje digno y justo, que crece con cada acción que acomete.

Esto es lo que más atrae de cada obra de Falcones: esos personajes fuertes y positivos que crecen ante las dificultades. Esos mismos hombres y mujeres que necesitamos tener en nuestro mundo de hoy, y que vemos día a día luchando para salvar vidas en nuestras ciudades y nuestro mundo. Ese es el tipo de obra o serie televisiva que nos ayudarán a ver este momento difícil que estamos viviendo durante la pandemia del coronavirus como una lección y un aprendizaje, no como un castigo de Dios, como algunos se empeñan en afirmar.

Por último, no olvidemos que toda adaptación a la televisión o al cine – buena o mala – es simplemente una “lectura” del original – la del director y su equipo – pero solo cuando leemos el texto original es que podemos establecer la nuestra. Aprovechar el aislamiento para leer “La Catedral del Mar” te hará descubrir un universo insospechado que, además, será todo tuyo.

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