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LA VIBRACIÓN Y EL COLOR DE JESÚS SOTO Y CARLOS CRUZ-DIEZ EN EL MUSEO DE CORAL GABLES

Written By Ana Maria Carrano
July 20, 2023 at 7:20 PM

En el centro de la sala de la exposición “Maestros que cambiaron la ciudad” está el “Penetrable azul de Valencia” (1999) de Jesús Soto. Madera y tubos de PVC. Fotografía: Ana María Carrano (cortesía)

Los dos nacieron en Venezuela en 1923. Se mudaron a París, uno en 1950 y el otro en 1960, y en esa ciudad murieron en el siglo XXI. Ambos exploraron el color, la luz, el movimiento, las percepciones ópticas y la interacción con el espectador; desarrollaron obras monumentales que se integran a la arquitectura, y son reconocidos internacionalmente como maestros del arte cinético.

Dos museos en Venezuela llevan sus nombres: el Museo de Arte Moderno Jesús Soto en Ciudad Bolívar y el de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez en Caracas.

A 100 años del nacimiento de Jesús Rafael Soto (5 de junio de 1923 – 14 de enero de 2005) y Carlos Cruz-Diez (17 de agosto de 1923 – 27 de julio de 2019), el Museo de Coral Gables organiza la exposición “Maestros que cambiaron la ciudad”, como tributo a estos dos artistas.

“Se decidió hacer la muestra porque estos artistas han trabajado arte vinculado a la ciudad y a la arquitectura, que es el perfil del museo”, explica la curadora Yuni Villalonga. La exhibición “contempla las etapas más importantes y las búsquedas más destacadas” de estos creadores, añade Adriana Meneses, miembro de la junta directiva del Museo de Coral Gables.

En las fisicromías de Carlos Cruz-Diez, los colores de las franjas se perciben diferentes de acuerdo al ángulo en el que se les observa. “Physicromie 2203”, 1987. Técnica mixta. Fotografía: Ana María Carrano (cortesía)

UNA LÍNEA QUE REPRESENTA UNA CÉLULA

En mi caso, tuve la oportunidad de entrevistar a Carlos Cruz-Diez en 1998 en su casa en Caracas. Era un trabajo para el periódico venezolano El Nacional. “Toda obra de arte debe provocar el asombro”, me dijo.

Cruz-Diez me explicó entonces que, en sus estructuras, “el color se revela por el ocultamiento. Pasa de una situación monocroma –por muchos procesos de percepción, de psicología de la visión, de luz– hasta otra situación monocroma. El hecho de que te puedes percatar de que ese color está allí, que aparece y desaparece, que lo puedes mirar, provoca ese principio [de asombro]”.

Por eso, para poder apreciar sus fisicromías, esas piezas llenas de franjas de colores, es necesario recorrerlas para descubrir cómo las tonalidades cambian con cada paso y se combinan para mostrar una realidad ambigua, con colores que no existen en la obra, y que sólo se revelan con el desplazamiento.

“Mi obra es el hombre mismo. El color, la línea, representa una célula del hombre”, recuerdo oírlo reflexionar. “Yo represento una célula que al multiplicarse es la esencia misma del hombre”.

“Gran Tríptico Amarillo” (1968), de Jesús Soto. Fotografía: Ana María Carrano (cortesía)

VIBRACIONES ÓPTICAS

En el centro de la sala de la exposición puede verse el “Penetrable azul de Valencia”, creado por Soto en 1999. La obra es un volumen azul semitransparente formado por la repetición de tubos flexibles de PVC que cuelgan verticalmente desde una plataforma rectangular. Al entrar en la instalación, el cuerpo del espectador mueve las fibras azules generando vibraciones ópticas. De esta manera, se hace visible el movimiento.

Soto comenzó a desarrollar este tipo de instalaciones a mediados de los años 60 y llegó a crear más de 30 penetrables. Presentó el primero en 1967, en la galería Denise René, en París. Contó con un performance de la bailarina Sonia Sanoja vestida con una malla de rayas verticales que parecían vibrar al verse a través de las varillas de la instalación.

“Transcromía Cilíndrica Miami, París”(2012) de Carlos Cruz-Diez. Acrílico y aluminio. Fotografía: Ana María Carrano (cortesía)

En las piezas de Soto se produce un espacio poético entre el espectador y la obra. Al desencadenarse la percepción de vibración con el movimiento, un fragmento sutil de la atmósfera parece transformarse ante nuestros ojos.

Esta experiencia óptica ocurre en todos los trabajos del artista que fueron seleccionados para la muestra. Es una vibración que se percibe independientemente del año de creación de la pieza (sea de los años 60 o de los 90) o de los materiales con los que están construidas, que van del nylon, la madera, el metal, el yeso o el plexiglás.

“Vibración” (1961), de Jesús Soto. Madera, yeso y metal. Foto: Ana María Carrano.

CRUCES PEATONALES EN CORAL GABLES

Alrededor del penetrable azul de Soto están dispuestas las demás piezas de los dos artistas. En total hay seis de cada uno. Se incluye un panel educativo con videos documentales.

A pesar de que el nombre de la exposición alude a los cambios que hicieron estos maestros en la ciudad, apenas hay referencias en los documentales sobre la influencia que tuvieron sus obras en la arquitectura de diferentes países.

“Cromovela Avila A” (2015) de Carlos Cruz-Diez. PVC, acrílico y acero. Fotografía: Ana María Carrano (cortesía)

Villalonga afirma, sin embargo, que entre los esfuerzos que hizo el Museo de Coral Gables para esta exhibición estuvo la recuperación de los cruces peatonales diseñados por Cruz-Diez para la Ciudad de Coral Gables e implementados a finales de 2017. “Ya la experiencia va a empezar desde afuera. Era una cosa que queríamos, llevar un poco la exposición a la ciudad”, comenta y recalca que Cruz-Diez fue un erudito de las teorías del color.

Ubicados a pocas cuadras del museo, en las calles Le Jeune, Biltmore Way, Aragón, Salzedo y Coral Way, los cruces peatonales son obras integradas al paisaje urbano muestran el esquema cromático del creador.

Detalle del “Penetrable azul de Valencia” (1999) de Jesús Soto. Fotografía: Ana María Carrano (cortesía)

La curadora añade que Soto y Cruz-Diez fueron artistas que estaban observando las leyes de la naturaleza y del universo. Además precisa que entre los aportes fundamentales de ambos están la “percepción del color y del movimiento, del volumen y la participación del espectador”.

“Es una exposición alegre, de la que saldrás con una sonrisa”, describe Meneses, “no sólo por el color y la energía que transmiten las piezas, sino porque te hace disfrutar y jugar. Creo que eso lo va a transmitir y que el público va a salir contento, con deseos de volver”.

 

“Maestros que cambiaron la ciudad” permanecerá en exhibición hasta el 22 de octubre de 2023 en el Museo de Coral Gables (285 Aragon Ave, Coral Gables, FL 33134). El museo abre los martes, miércoles, jueves, viernes y domingos de 11 am a 5 pm y los sábados de 10 am a 6 pm. La entrada para adultos es de $12, estudiantes y seniors, $8, niños de 7 a 12, $5; mientras que los militares y niños hasta 6 años entran gratis. Para mayor información, visitar coralgablesmuseum.org o llamar al (305) 603-8067.

 

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