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EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU HUMANO: ‘LATINXOXO’, DISCORDIA Y RECONCILIACIÓN EN LA HOMOFOBIA FAMILIAR
En su espectáculo “LatinXoxo”, que sube a escena este sábado 8 de abril en el Miami Beach Bandshell, Migguel Anggelo representa a la Virgen María como una encarnación de lo que fue su niñez. Fotografía: David Andrako (cortesía de Migguel Anggelo)
“El espectáculo ‘LatinXoxo’ fue concebido para sumergir al espectador en una historia muy personal”, dice la nota de presentación del show que FUNDarte y Miami Light Project presentan este sábado 8 de abril en el Miami Beach Bandshell, como parte de la decimotercera edición de su Festival “Out in the Tropics”.
“Aunque mi papá era una buena persona, mi relación con él no era muy buena”, cuenta Migguel Anggelo, el actor, compositor, bailarín y cantante venezolano residente en Nueva York que recorre “LatinXoxo” en tres personajes: la Virgen María; Carmen, sacada de la ópera de Bizet, y el torero Don José.
“Mi padre era muy machista, la época, otros tiempos… si todavía existen el machismo y la homofobia, imagínate 40 años atrás”, comenta. “Entonces, tener un hijo a quien todo el mundo le decía: ‘mariquita, mariquita’, porque yo era muy femenino, muy frágil, y eso a él lo ponía mal, me decía: ‘C…, camina como un hombre’, y yo no entendía, porque yo pensaba: ‘¿pero qué pasa, si estoy caminando como yo camino?”.
Recuerda que un día, tendría él 11 o 12 años, iba con sus padres, pasó junto a ellos un auto y el chofer se volteó a mirarlos. “Era un Ford Maverick color azul; el señor tenía unos ojos verdes bellísimos; dije: ‘que bellos los ojos de ese señor’, y lo que sentí fue una cachetada. Era mi padre, y mi madre protestó: ‘¿cómo vas a pegarle?’, le dijo. ‘Pedazo de marico’, gritó él, y eso lo entendí bien”.
Su madre continuó reprochándole al padre no entender que se trataba de un niño “que está creciendo y aprendiendo, que ama la belleza y no le importa si es de hombre o de mujer”, y Anggelo recuerda que ella terminó diciéndole: “Tú lo que eres un idiota”.
Ese es el germen de la historia muy personal contada ahora por él en inglés y en español en “LatinXoxo”, con guión de C. Julián Jiménez; dirección musical de Jaime Lozano, y la dirección general de Adrián Alexander Alea.
Anggelo vivió en Venezuela hasta los 23 años. “Un día me dije: ‘¿sabes qué?, hace ya mucho tiempo que mi papá murió, sigo sin tener buenos recuerdos de él, así que voy a crear una pieza donde ambos podamos perdonarnos mutuamente”, explica.
“Mi papá era mecánico y era chef, y mientras cocinaba o arreglaba un auto escuchaba ópera. Y yo me preguntaba: ‘¿cómo a este campesino tan macho le encanta la ópera?”, cuenta. “También le gustaba cantar boleros a mi mamá… era una disyuntiva, un machista sensible. Así que me senté con un escritor y armamos una historia de tres personajes: la Virgen María, representando mi niñez; la Carmen de la ópera de Bizet –la favorita de mi padre–, para mi adolescencia, y Don José, el torero, el matador, que representa mi adultez”.
En “LatinXoxo”, esos tres personajes hablan con su papá a través de él mediante textos, óperas y boleros. Por ejemplo, la Virgen María canta “Bésame mucho”; Don José interpreta “Piensa en mí” con una voz muy afectada, y también interpreta “Fiebre”, que se oía mucho en voz de La Lupe, mezclada aquí con “Oye como va”, a la manera de Celia Cruz.
‘TU GRAN PASION VA A SER LA MUSICA’
De niño, si la maestra preguntaba en la escuela “qué van a ser cuando sean grandes”, lo común era oír médico, policía… “pero yo decía: ‘no voy a ser nada porque yo nací artista, yo soy artista”, recuerda Anggelo.
Un buen día le pidió a su madre que lo llevara a una audición para el musical “Pinocho”. Los productores querían que Pinocho fuese una niña, y él no cantaba, pero la madre lo llevó de todas formas a ver si calificaba como bailarín. El director del proyecto era el dramaturgo, director y actor venezolano Levy Rosell, y terminaron dándole el papel protagónico, aunque para hacerlo fuera necesario impartirle clases de canto.
“Rosell, a quien considero mi mentor, me advirtió que mi gran pasión iba a ser la música, y yo pensaba que estaba loco, pero tenía razón”, relata. “Luego me fui a recorrer Europa hasta que me quedé sin dinero, me puse a cantar en la calle, y a los dos días un chico me sugiere que audicione para el Conservatorio de Música de Colonia”.
Consiguió una beca y estuvo allí tres años y medio recibiendo clases de ópera, añade. Se da cuenta de que Rosell tenía razón (“el tipo era brujo”, dice) porque, cuando canta, al mismo tiempo está actuando y está bailando. Le pregunto si es cierto que alguna vez lo han comparado con Klaus Nomi, el cantante alemán que fusionaba ópera con rock y pop.
“El tipo estaba loco”, responde. “Sí, una vez dijeron eso, ‘oh, mira, el nuevo Klaus Nomi’; para mí fue de verdad un halago, porque Nomi era un artista sumamente único a nivel visual y musical; un excelente contratenor, y lo que lo distinguía era que nunca sonreía. Creó una especie de extraterrestre que cantaba con aquella voz increíble; por eso digo que nunca habrá otro Klaus Nomi”.
No es la primera vez que Anggelo viene a actuar en Miami. Hace 12 años hizo un concierto en la sede de la New World Symphony para presentar su primer álbum, “¿Dónde estará Matisse?”, al que siguieron “La Casa Azul” (Jupiter Moons Productions LLC, 2015) y el año pasado “English With an Accent”.
Ese mismo, “English With an Accent”, fue el título que tuvieron en diciembre sus cuatro conciertos en el Lincoln Center de Manhattan. “Son 13 canciones con 11 bailarines en una hora, en un concierto de danza-teatro con la historia de un inmigrante que llega a Nueva York”, relata. “Pero no es un ser humano, es una oruga que se vuelve mariposa, y cuando le salen las alas debe aprender a sobrevivir con las alas hasta que es tiempo de morir. Entonces sus alas se vuelven ceniza y aun así él sigue volando; una metáfora de lo que es la vida: todo sigue”.
¿Hay margen para la improvisación en tus espectáculos?
“Cuando llego a un escenario siempre necesito tener un script; recuerda que trabajo con músicos y con otros artistas, y todos llevamos una secuencia de lo que vamos a hacer; si es teatro, debe ser así”, responde. “Ahora, cuando es un concierto, sé qué canciones voy a cantar, pero como me gusta mucho improvisar y nunca sé lo que va a pasar con el público, disfruto mucho lo que aparezca” y no trato de saberlo por adelantado.
Confiesa ser sumamente extrovertido, amante de la espontaneidad, al punto de que quienes no le conocen lo creen loco, o suponen que siempre anda acelerado por la cocaína.
“Ahí en Miami, después de un espectáculo, se me acercó alguien y me dio una bolsita; le pregunté qué era y me dijo: ‘no te hagas el que no sabes, eso fue lo que consumiste antes de venir para acá’. Y le respondí: ‘yo lo que consumí antes de venir para acá fue Nutella”, cuenta Anggelo. “Nunca he consumido drogas, no sé por qué; yo me tomo una cerveza y estoy borracho como La Lupe. Quien lo haga… cada cual hace lo que quiere con su vida. Pero yo nací con una droga natural en el cerebro y en la sangre, y creo que es la música; la música es mi droga”.
Migguel Anggelo en “LatinXoxo”, presentado por FUNDarte y Miami Light Project en la decimotercera edición del festival “Out in the Tropics”. Este sábado 8 de abril, 8:00 pm, Miami Beach Bandshell, 7275 Collins Ave, Miami Beach, FL 33141. Entradas: $41.20, miamibeachbandshell.com
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