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El ‘Motezuma’ de Vivaldi en Miami: una oportunidad impostergable
Foto: El barítono Marduk Serrano López interpreta a Motezuma. Fotografía cortesía de Bach Society of Minnesota
La ópera “Motezuma” del compositor italiano Antonio Vivaldi (1678–1741) tuvo su estreno original hace 286 años, pero es gracias a un hecho relativamente reciente que vamos a tener el privilegio de disfrutarla en Miami el próximo viernes 14 de febrero, en el Wertheim Performing Arts Center de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), en una presentación de RK Cultural Productions, Bach Society of Minnesota y Seattle Early Music Guide (USA).
“Motezuma” era conocida hasta hace poco solo por su libreto, que inspiró a Alejo Carpentier en la creación de su noveleta “Concierto barroco”. Pero en el 2002, el musicólogo alemán Steffen Voss hizo un espectacular hallazgo mientras buscaba obras perdidas de Handel en la Sing-Akademie: una copia de la partitura extraviada que misteriosamente fue a parar a Berlín.
La historia que presenta “Motezuma”, según el libreto de Girolamo Alvise Giusti, fue probablemente el último guión operístico original escrito para Vivaldi, y se inspira en la colonización de México por Hernán Cortés en 1519, con obvias licencias artísticas e históricas.
Según las convenciones del lieto fine (final feliz) de la ópera barroca, se ignora la trágica muerte de Moctezuma, emperador de los aztecas, para derivar en una historia sentimental en la que colonizador y colonizado se reconcilian; y Teutile, hija ficticia del emperador, se casa con Ramiro, hermano de Fernando, general español y trasunto de Cortés.
Alejo Carpentier aclara los equívocos en “Concierto barroco”, como resume el profesor Federico Acevedo en el estudio preliminar a una edición de la obra (Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, 1994):
“El indiano, [protagonista de la novela] en función de esa concepción del arte, señala las incongruencias que afectan, desde un punto de vista histórico, la ópera de Vivaldi. Entre ellas el que Teutile era un general de los ejércitos de Montezuma y no una mujer; Asprano, otro general que aparece en la ópera, no fue ni siquiera mencionado por Bernal Díaz del Castillo en sus respectivas crónicas de la época; Montezuma fue lapidado y no hubo reconciliación alguna con los conquistadores, contrario a la interpretación de Vivaldi” (LVIII).
En definitiva, la selección del tema de la colonización en México no debe sorprendernos, porque en la Europa dieciochesca las historias exóticas en tierras lejanas estuvieron de moda. Sirvan de ejemplos, el libreto anticatólico creado en 1755 por Federico el Grande de Prusia para el Montezuma de Carl Heinrich Graun; y otro Montezuma escrito una década después por Vittorio Amedeo Cigna-Santi, musicalizado por no menos de siete compositores en 1781.
La obra fue estrenada el 14 de noviembre de 1733 en el Teatro Sant’Angelo de Venecia (dirigida probablemente por el compositor al violín), y aunque a lo largo de su carrera Vivaldi se inclinaba aparentemente por mezzosopranos (femeninas o castrati), esta vez eligió a dos jóvenes sopranos castrati para los papeles de Fernando (general del ejército español) y Asprano (general azteca). También contrató a la cantante Angela Zanucchi, (famosa por sus roles “travestidos”), como Ramiro.
Por su parte, el papel dominante (Mitrena, esposa de Motezuma) lo encarnó Anna Girò, protegida del músico, quien le creó pasajes que evitaban dificultades de coloratura a su débil voz, pero que destacan por su emotividad, como los recitativos acompañados intensamente dramáticos. Para los papeles de Motezuma y su hija Teutile, Vivaldi eligió a dos alemanes: el bajo Massimiliano Miller, prácticamente desconocido actualmente, y la soprano Giuseppa Pircher.
Las óperas compuestas por Vivaldi en su última década de vida fueron sobre todo pasticcios o “reciclajes” de obras previas, tal vez por las presiones de la edad, o su antipatía por ciertos representantes del estilo napolitano naciente que eclipsaba la tradición veneciana. Sin embargo, el manuscrito descubierto indica que el artista hizo un esfuerzo con “Motezuma”, por su proporción inusualmente extensa de música totalmente nueva. Asimismo, la inclusión de dos papeles de soprano castrato al que he hecho referencia, y al menos cuatro recitativos acompañados son un intento de actualizarse con el estilo napolitano de Vinci y Hasse.
La presentación de “Motezuma” que hoy nos ocupa (cuya copia incompleta ha sido reimaginada y reconstruida por músicos y artistas de todo el mundo), es un concierto con elementos teatrales y un ejemplo de colaboración cultural que trasciende fronteras.
Ensemble Caprice. Fotografía: Gilles Brissette (cortesía)
El prestigioso Ensemble Caprice de Montreal, especializado en música barroca, acompañará a un elenco de cantantes de México, España, Canadá y Estados Unidos, en el que se destacan el barítono Marduk Serrano López (Motezuma); la soprano Lisa María Rodríguez, como Teutile; la mezzo Nerea Berraondo (Mitrena); el tenor Nicholas Chalmers (Fernando); y en plena correspondencia con las indicaciones de Vivaldi, la mezzo Nelle June Anderson como Ramiro; y la soprano Nayelli Acevedo en el papel de Asprano. Asimismo, este espectáculo especial contará con la participación de un coro conformado por estudiantes de escuelas locales de la Florida, como parte del programa “Bach to School” de RK Cultural Productions.
La soprano Lisa María Rodríguez interpreta a Teutile. Fotografía: cortesía de Bach Society of Minnesota.
Esta novedosa presentación de “Motezuma” es un puente entre naciones y conecta el pasado con la modernidad. Una versión donde el punto de vista azteca recibe un nuevo enfoque con un papel declamado del emperador Montezuma, a cargo del actor Pedro Juan Fonseca, quien sigue el desenvolvimiento de la trama en sus propias palabras. Además, hay que considerar como indispensable el trabajo de Matthias Maute, director artístico de Bach Society of Minnesota, responsable de completar y reconstruir la partitura original para este concierto, donde también se desempeña como conductor.
La mezzo Nerea Berraondo interpreta a Mitrena. Fotografía: cortesía de Bach Society of Minnesota.
La partitura de “Montezuma” es abundante en pasajes fascinantes como los recitativos acompañados de Mitrena que son potentes declaraciones teatrales. También lo son, por ejemplo, la exigente aria “Brilleran per noi più belle” (Asprano, acto II, escena 1); “Quel rossor ch’in volto miri” (Ramiro, acto II, escena 3), “L’aquila generosa” (Fernando, acto III, escena I); “Dal timor, dallo spavento” (Asprano, acto III, escena 3); el lamento de Motezuma en “Dov’è la figlia? Dov’è il mio trono” (acto III, escena 10), y el terzetto “A Battaglia”, (Motezuma, Fernando, Mitrena, acto II, escena 5) una pieza inusualmente sustancial y compacta que se concentra en el dramático conflicto del texto, sin florituras orquestales que desvíen la atención.
La palabra escrita es solo un roce tangencial que no puede compararse a la mágica experiencia del contacto directo con esta obra maestra perdida, hallada y reconstruida para la historia. Baste decir que la presentación de “Motezuma” en Miami es una oportunidad impostergable.
“Antonio Vivaldi: Motezuma” es una presentación apta para todas las edades que tendrá lugar viernes 14 de febrero a las 8:00 p.m. Wertheim Performing Arts Center, Concert Hall (10910 SW 17 St). Visite https://rkculturalproductions.
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